lunes, 25 de septiembre de 2017

LA TORRE DE CARL GUSTAV JUNG EN BOLLINGEN

En las orillas del lago de Zurich a orillas de la cuenca Obersee.

"Desde el principio, estaba seguro de que era necesario construir en el borde del agua. El encanto peculiar de la orilla superior del lago de Zurich me había fascinado siempre y es por eso, en 1922, compré tierras en Bollingen ".



 "Desde el principio, la torre fue para mí un lugar de maduración, un pecho materno, o una forma materna en la que podría volver a ser como soy, como yo, y como seré. Vi en ella una comprensión de lo que sólo se sospechaba antes, una representación de la individuación.



A veces estoy tan disperso en el paisaje y en las cosas y vivo en todos los árboles, en las olas, en las nubes, en los animales que van y vienen y en los objetos".


En 1950, con motivo de su 75 cumpleaños, Jung creó una estructura pétrea cúbica en la orilla del lago, justo al oeste de la torre, añadiendo una inscripción en tres de sus lados. 



Hic lapis exilis extat,
pretio quoque vilis,
spernitur a stultis,
amatur plus ab edoctis.

Esta insignificante piedra
apenas tiene valor.
Los necios la desprecian
mientras los sabios la codician.


El segundo lado del cubo incluye una representación de la figura de Telesforo, un enano u homúnculo provisto de una linterna y vistiendo una capa con capucha, rodeado por una inscripción griega:



El tiempo es un niño, jugando como un niño, jugando en un tablero, el reino del niño.
Este es Telésforo que vaga por las regiones oscuras de este cosmos y brilla como una estrella en las profundidades.
Él señala el camino a las puertas del sol y a las tierras de los sueños





El tercer lado del cubo es el lado que da al lago. Lleva una inscripción en latín de dichos que, según Jung, son citas de la alquimia.
Yo soy un huérfano solitario; sin embargo, se me encuentra en todas partes. Yo soy uno, pero opuesto a mí mismo. Soy joven y viejo a la vez. No he conocido padre ni madre, porque han tenido que sacarme del mar como a un pez, o caí como una piedra blanca desde el cielo. Por bosques y montañas paseo, pero estoy oculto en lo más íntimo del alma del hombre. Soy mortal para todos, sin embargo no me afecta el ciclo de los eones.​


 

1 comentario:

  1. Estuve allí en marzo de 1991. Realmente no hay palabras para expresar la profunda vivencia y el respeto ante el legado de Jung...la energía de su obra reflejada en paredes , piedras y la construcción en sí misma.
    Gracias por la aportación.

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