martes, 25 de marzo de 2014

Alan Watts - Tributo a Carl Gustav Jung

Alan Wilson Watts (Chislehurst Kent, 6 de enero de 1915 – Mt. Tamalpais California, 16 de noviembre de 1973) fue un filósofo británico, así como editor, sacerdote anglicano, locutor, decano, escritor, conferenciante y experto en religión. Se le conoce sobre todo por su labor como intérprete y popularizador de las filosofías asiáticas para la audiencia occidental.
Escribió más de veinticinco libros y numerosos artículos sobre temas como la identidad personal, la verdadera naturaleza de la realidad, la elevación de la conciencia y la búsqueda de la felicidad, relacionando su experiencia con el conocimiento científico y con la enseñanza de las religiones y filosofías orientales y occidentales (budismo Zen, taoísmo, cristianismo, hinduismo, etc.)
Alan Watts fue un conocido autodidacta. Becado por la Universidad de Harvard y la Bollingen Foundation, obtuvo un máster en Teología por el Seminario teológico Sudbury-Western y un doctorado honoris causa por la Universidad de Vermont, en reconocimiento a su contribución al campo de las religiones comparadas.


viernes, 21 de marzo de 2014

CHRISTIANA MORGAN





Christiana Drummond Morgan (nacida Christiana Drummond Councilman; Boston, Massachusetts, 6 de octubre de 1897 – Denis Bay, St. John, Islas Vírgenes, 14 de marzo de 1967) fue una psicoanalista lega de la Universidad de Harvard mejor conocida por ser la coautora del Test de Apercepción Temática, uno de los test psicológicos proyectivos más ampliamente utilizados. Administró una de las primeras versiones de la prueba a uno de los primeros pacientes diagnosticados con anorexia en Boston. Es principalmente recordada como la amante del psicólogo estadounidense Henry Murray. La estatua retrato desnuda de Christiana encargada por Murray a Gaston Lachaise es ahora propiedad de la Academia del Gobernador, Byfield, Massachusetts. Christiana se suicidó a los 69 años de edad. Existe cierta controversia sobre su muerte relacionada con los informes contradictorios de Henry Murray, pero en su mayor parte es considerado un suicidio.

Christiana fue una artista, escritora y psicoanalista lega fascinada por la psicología profunda. Miembro del Introvert/Extrovert Club en Nueva York en la década de 1920, viajó a Zúrich para consultar a Carl Gustav Jung. Cuando Jung conoció a Christiana la consideró la manifestación perfecta de lo femenino, une femme inspiratrice cuya función consistía en actuar como una musa de los grandes hombres. Jung llevó a cabo un seminario denominado Visiones donde analizó muchos dibujos y sueños de Christiana. Creó visiones míticas que relataban su lucha con las fuerzas femeninas y masculinas en su mundo.

En la Universidad de Harvard jugó un papel fundamental en la invención del Test de Apercepción Temática, un modo de evocar la fantasía aun utilizado hoy en día. La prueba se considera el test psicológico proyectivo más utilizado y estudiado. En su desarrollo temprano, la prueba, que consistía en una serie de imágenes mostradas a un paciente que se le pedía hacer una historia sobre cada una de ellas, incluyó muchos de los propios dibujos de Christiana. Además, fue citada como coautora con Henry Murray en la primera publicación de la prueba. A medida que se desarrolló aún más, las imágenes de Christiana fueron eliminadas, así como su coautoría. Esto se atribuye a veces a su falta de credenciales profesionales.
http://es.wikipedia.org/wiki/Christiana_Morgan

jueves, 20 de marzo de 2014

OBRA COMPLETA CARL GUSTAV JUNG - EDITORIAL TROTTA

La editorial Trotta está llevando a cabo una encomiable labor con esta monumental edición de la Obra completa del psiquiatra suizo Carl Gustav Jung (1875-1961), el padre de la “psicología de las profundidades”: la investigación de la psique humana y el pozo insondable del inconsciente. Veinte tomos completarán la versión española definitiva de la obra de Jung, basada en la edición alemana revisada por el autor. Notas explicativas, comentarios e índices, además de las excelentes traducciones, la convierten en referencia ineludible.
A Jung se lo lee con la fascinación que provocan los maestros espirituales, y su público suele sentirse más cercano a la mitología, el simbolismo o el esoterismo que a la psicología pura. Su obra se presta a ello, a tenor de su eclecticismo temático —mitología, antropología, religión, literatura—, pues trasciende el ámbito de la psicología clínica. Jung, como todo creador genial, contribuyó con sus ideas al enriquecimiento de la humanidad, igual que Goethe, Nietzsche y Freud, los tres autores a los que más admiró desde que tuvo conciencia creadora.
Y la tuvo a edad temprana. La vida de Jung parecía destinada desde su infancia al trato con el alma y con lo sagrado. Hijo de un pastor protestante y de una madre inclinada hacia lo parasicológico, desde niño se sintió un ser aparte, dada su exuberante fantasía y su perpetua obsesión por encontrar significado a sus sueños y demás visiones extraordinarias. Lo dominaba también el ansia de conocer a Dios. De joven experimentó la atracción de lo numinoso, lo sagrado, mientras descubría el poder fáustico que se agazapa en la naturaleza humana, tan deudora del bien como del mal. Jung se hizo médico y se especializó en psiquiatría, motivado por la lectura de un manual en el que se decía que esta disciplina, centrada en el estudio de las enfermedades de la personalidad, estaba en mantillas; él anhelaba curar lo que hasta entonces se consideraba “incurable”. Durante nueve años trabajó en el célebre sanatorio suizo de Burghölzli. Allí, como ayudante del singular doctor Bleuler, experimentó con el método de la asociación y conoció el psicoanálisis de Freud. Se casó con una rica heredera, pero también se enamoró de una de sus pacientes: Sabine Spielrein; la joven se curó y, tras diversos avatares, llegó a ejercer también como analista (el caso inspiró la película “Un método peligroso” de  David Cronenberg).
El encuentro personal entre Jung y Freud fue memorable, y entre los dos hombres saltaron chispas de entendimiento y pasión intelectual, incluso dio pie a fenómenos parapsicológicos y a una relación transferencial; aunque el choque de estas dos fuertes personalidades terminó en ruptura absoluta y dolorosa. Freud sostenía que la neurosis y la psicosis tenían su origen en un conflicto sexual infantil no resuelto; su lema para alcanzar las curaciones rezaba “todo es sexualidad”. Jung disentía objetando que, si bien la sexualidad es un potentísimo generador de conflictos y trastornos psíquicos, no lo explica todo. Porque hay que tener en cuenta los elementos espirituales para sumergirse en las vastedades del alma, en sus dioses y en sus demonios, a fin de curar las enfermedades mentales.
En su búsqueda de las raíces del alma, Jung se preguntaba ¿qué pistas nos conducen hasta ellas?  Su respuesta fue amplia: contamos con el patrimonio espiritual de la humanidad, y este entraña un piélago simbólico, de creencias religiosas y arquetipos. Jung se convirtió, provocando con ello la animadversión de Freud, en el psiquiatra de lo “místico y lo espiritual” ya que afirmaba que mitología, psicología de las religiones, ocultismo, astrología, y hasta numerología y alquimia, vinculaban el estudio de la libido y el inconsciente.
En este contexto de divergencias con Freud surgió la primera gran obra de Jung: Transformaciones y símbolos de la libido, publicada en 1912; reelaborada y ampliada, verá la luz en 1952 bajo el título de Símbolos de transformación. Este libro fundamental es mucho más que una obra de psicología; erudita y literaria, se inscribe en la línea de las grandes creaciones que han hecho soñar a la humanidad al ampliar sus horizontes de conocimiento. Jung formuló aquí su teoría de los arquetipos; también, que la libido —esa fuerza primordial inconsciente— es, más que energía sexual, “energía vital”. El arte y el sentido de lo sagrado potencian la energía vital; alentarlos ayudará en la cura de neurosis y psicosis, que sólo son estados deficitarios de energía. Aquí revisó con todo lujo de detalles mitos y símbolos tales como la génesis del héroe, la atracción de la madre, el sacrificio y el renacimiento espiritual en pos del proceso de individuación que culmina en el sí mismo, y que constituye el centro de toda la obra de Jung.
Tipos psicológicos
Tipos psicológicos apareció por primera vez en 1921. Según las dos actitudes básicas ante la vida, Jung constató que hay personalidades extravertidas o introvertidas, y tipos que él clasificó como intelectuales, sentimentales, sensoriales e intuitivos. Para investigar la veracidad científica de sus teorías, indagó en la literatura, la poesía y la filosofía de la Antigüedad, el romanticismo y la época moderna con Platón, Schiller o Nietzsche, expertos psicólogos a su manera. De lúcida densidad intelectual, hoy leemos esta obra con el placer que nos proporcionan las cimas espirituales. A estas alturas es indudable que Nuestra psique se nutre del orbe junguiano más de lo que suponemos.

http://morenoclaros.blogspot.com.es/2014/03/carl-gustav-jung-en-editorial-trotta-y.html

domingo, 16 de marzo de 2014

La religión es buena para la salud del cerebro, según estudio

Personas religiosas tendrían menos propensión a la depresión y ciertas aptitudes cognitivas, revela nuevo estudio. ¿Es la religión un opio necesario?
0

De manera polémica para algunos, estudios han encontrado un vínculo entre personas identificadas como religiosas, una menor tendencia a la depresión y hasta un mejor desempeño cognitivo. El resultado de este estudio publicdo en el jornal de psiquiatría JAMA y realizado por el profesor Harold . G Koening de la Universida de Duke, constrasta con este otro estudio realizado por un psicólogo de la Universidad de Rochester cuya conclusión fue que las personas ateas suelen ser más inteligentes que las religiosas.
En el estudio resciente realizado por Koening, se halló que las personas religiosas tenían un neurocórtex más grueso que las personas no religiosas (se piensa que la depresión está asociada a un adelgazamiento de córtex).
Analizando el estudio, el Dr. Majid Fotuhi profesor invitado de la Universida de Harvard, apunta a que “El estrés es uno de los grandes asesinos de neuronas. Causa altos niveles de cortisol, y el cortisol es tóxico para el hipocampo. Una de las formas para reducir el estrés es la oración. Cuando se está rezando concentradamente la mente está tranquila”. 
Otro elementos que se ha ligado a la salud del cerebro es el elemento comunitario de las congregaciones religiosas, algo que parece paliar los efectos que tiene la soledad en la salud. La socialización “detona endorfinas al cerebro. Es difícil saber si ocurre por los amigos o por la religión, pero mejora la salud cerebral a la larga. También se ha visto que las personas introvertidas que no participan tienen más probabilidades de tener Alzheimer”.
Por último, Koening también cita el beneficio cognitivo de estudiar la Biblia y ensayar procesos cognitivos complejos al manejar conceptos abstractos como suelen haber en la metafísica y en la teología.
Existe, sin embargo, también la posibilidad de que ciertos cerebros con estas características tengan una tendencia a la religión –y no sea la religión la que mejor la salud cerebral, sino que sea ya una predisposición genética. 
En estudios de neurociencia que se entrelazan con ciencias sociales hay que tener cierta reserva  ante las conclusiones que se generan –en muchos sentidos la hipótesis llega a influir en los resultados y los grupos en los que se hace el estudio difícilmente suponen un universo que aplica para diferentes países o regiones. Al mismo tiempo es difícil poder aseverar que la religión está asociada con la inteligencia y la salud mental, cuando históricamente se ha visto que, al menos entre fanáticos, suele generar actos de violencia, de discriminación y de poco criterio racional. Dicho esto, es evidente que el acto de rezar puede rendir ciertos beneficios neurofisiológicos. Para esto no es necesario ser religioso, se puede practicar meditación, repetir mantras o hacer ejercicios de visualización sin profesar ninguna fe religiosa.

A mi juicio no es la religión la que genera actos de violencia, de discriminación, etc. sino la intolerancia de algunos hombres.

http://pijamasurf.com/2014/03/la-religion-es-buena-para-la-salud-del-cerebro-segun-estudio/
 

miércoles, 5 de marzo de 2014

CONTRIBUCIONES A LA PSICOLOGÍA DE CARL GUSTAV JUNG Y MARIE-LOUISE VON FRANZ


PRESENTACIÓN LIBRO

Hora: marzo 5, 2014 de 7:15pm a 11pm
Ubicación: IVAM, Valencia ( Instituto Valenciano de Arte Moderno )
Calle: Calle de Guillem de Castro, 118, 46003 València
Ciudad/Pueblo: VALENCIA
Página Web o mapa: http://www.bubok.es/libros/22…
Tipo de evento: presentación libro
Organizado por: Academia Internacional de Ciencias y Humanidades

Presentación del libro publi­cado por inicia­tiva de la Asociación de Psicología Analítica de Valencia "Contribuciones a la Psicología de Carl Gustav Jung y Marie-Louise von Franz," en homenaje póstumo al Dr. José Zavala. En esta obra se reúnen más de cincuenta artículos de colaboradores y discípu­los suyos, como una muestra de reconocimiento a quien dedico su vida en el empeño de mantener vivo el espíritu de la Psicología Analítica. La presente edición que fue presentada primero en Zürich y el próximo once de marzo en el IVAM, por la Academia Internacional de Ciencias y Humanidades, es un trabajo a cargo del Dr. Rafael Monzó Giménez.

martes, 4 de marzo de 2014

Las 5 causas de la felicidad según Carl Jung

Con suprema sencillez Carl Jung resume décadas de un profundo estudio de la psique humana. 

mandala jung
Aunque son arbitrarias y a veces absurdas nos reconforta leer listas que supuestamente emiten un dictamen definitivo sobre un tema. Poner un número y reducir del infinito de posibildades a una serie finita que podemos leer en  menos de cinco minutos nos sugiere –aunque ilusioriamente– que existe un orden y una realidad en un mundo en el que predomina el caos. De igual manera nos suele gustar que alguien nos diga cuáles son los secretos de la felicidad, como si hubiera un mapa para conseguir esa supuesta meta de la existencia, y pudieramos vivir en una homeostasis sostenida. 
Dicho esto, ¿para qué entonces escribir sobre otra lista más que nos dice los secretos de la felicidad? Por dos razones. La primera el respeto a una de las mentes más brillantes del siglo XX, Carl Jung, un hombre que buscó hacer del estudio del alma una ciencia, en el sentido original de la palabra de conocer a profundidad la psique humana, más allá del dogma. La otra es la paradójica desestimación que hizo Jung de su misma lista después de responder a “¿cuáles cree que sean los principales factores que contribuyen a la felicidad de la mente humana?” En la tradición de un maestro zen: “Todos los factores que generalmente se asume que pueden contribuir a la felicidad pueden, bajo ciertas circunstancias, producir lo contrario. No importa que tan ideal sea tu situación, no necesariamente garantiza la felicidad”. Y para rematar: “Entre más se busca deliberadamente la felicidad, más probabilidades de no encontrarla”. En otras palabras, buscar la felicidad es estúpido, es una abstracción y una fantasía equivalente a buscar una dotación infinita del queso de la luna. En cambio, con mayor prudencia se pueden buscar algunas de las cosas que Jung marca como causas de la felicidad. Probablemente sea recomendable que esta búsqueda se haga de manera tranquila sin tener que hipotecar nada a cambio.

1. Buena salud física y mental
2. Buenas relaciones personales y de intimidad, tales como las de la pareja, la familia y las amistades
3. La facultad para percibir la belleza en el arte y en la naturaleza.
4. Razonables estándares de vida y trabajo satisfactorio
5. Una visión filosófica o religiosa que permita lidiar de manera satisfactoria con las vicisitudes de la vida.

He aquí cinco sencillos puntos que resumen décadas del más agudo trabajo psicológico. Una lista cuidadosamente ordenada. Sin salud, es difícil disfrutar de los otros puntos. El segundo punto es sustento del primero, ya que una vida sin intimidad, sin una sexualidad plena y con relaciones afectivas hace que sea prácticamente imposible no sólo tener salud mental, también salud física (hoy sabemos que la soledad desgasta notablemente la salud física). El tercero es el placer, el regocijo que se acentúa cuando se tienen los dos primeros factores. Se puede tener un entrenamiento artístico pero también es posible solamente tener una disposición para apreciar la belleza de la naturaleza. El arte y la contemplación estética pueden servir también como una conexión similar a la que provee la religión, una comunión. El cuarto punto sustenta en cierta forma los dos primeros pero no es una condición sine qua non para que se pueda conseguir salud y amor. El quinto punto es el comodín en el ensamble ya que a falta de otros factores en la lista, una visión filosófica o religiosa permiten, al menos hipotéticamente, trascender el sufrimiento que causa la enfermedad o la soledad. Especialmente cuando la filosofía va acompañada de una ética o de una congruencia que brinda una estructura justamente para ver más allá de la vicisitudes de la existencia. Mientras que es imposible controlar lo que nos sucede, sí podemos controlar en mayor o menor medida la forma en la que asimilamos aquello que nos sucede. La felicidad del filósofo o la del místico, quizás no sean las más exultantes, pero posiblemente sí las más estables. Aunque bordean siempre con el risco del autoengaño, la delusión y el fanatismo.