sábado, 29 de junio de 2013

MELANIE KLEIN I - GRUPO PSIQUE


Rescate apuntes y conferencias impartidas en la sede del grupo Psique (Madrid) 
en las décadas de los 70/80
 

Datos biográficos. Técnica empleada. Desacuerdos con Ana Freud. Relación con la Sociedad Inglesa de Psicoanálisis.
Melanie Reizes Klein, nació en Viena en el mes de Marzo de 1882. Su padre fue médico judío y ella era la menor de cuatro hijos. A los 14 años había decidido estudiar medicina, pero debido a que a los 17 años se comprometió con el químico Arthur Klein, cambió
BUS planes contrayendo matrimonio a los 21 años de edad.

Estudió, igual que Ana Freud, magistario. Su matrimonio no fue feliz, por lo que en el año 1923 se divorció. Tuvo tres hijos, Melitta, Hans y Eric.
El matrimonio Klein había fijado su residencia en Budapest y allí leyó Melanie su primer libro de Freud, quedando tan interesada por esa lectura que inició su tratamiento psicoanalítico con Sandor Ferenczi. Habiendo trasladado su residencia a Ber1in después de su divorcio, siguió el análisis iniciado con Ferenczi con K. Abraham que residía en Berlín.

Abraham murió en el año 1925 (absceso subfrénico. Como sabéis, había trabajado el problema de las psicosis y no creo que sea tan solo una casualidad el hecho de que esta mujer, con vocaci6n de médico, frustrada en estas aspiraciones, pero analizada por un médico.

Muy interesada en las psicosis, haya sido la que con sus intuiciones y observaciones, abriera el camino teórico analítico, para un mejor conocimiento y posibilidades de tratamiento de los enfermos psicóticos.
Murió a los 78 años, en el año 1960, después de haber sido operada de una neoformaci6n y a consecuencia de una embolia pulmonar.
Después de la muerte de Abraham, en el año 26, invitada por E. Jones se trasladó a Londres donde fijó definitivamente su residencia.

Realmente es notable su contribución al psicoanálisis y su acento, al igual que habían hecho otros disidentes como Jung y Rank, fue colocado en las relaciones primitivas del niño con la madre. Sin embargo, a diferencia de estos, no tuvo necesidad de disidir. Lo que hizo fue utilizar como base en su comprensión y exposición de los fenómenos del desarrollo humano y también de los neuróticos y psicóticos, los últimos conceptos freudianos acerca de los instintos.

Al partir de estos presupuestos y empezar a observar muy de cerca al niño desde su nacimiento es indudable que se obtienen otros resultados diferentes a los que había desarrollado Freud, quien había partido de otra dualidad de instintos (conservaci6n y sexualidad) y en otro tipo de personas(enfermos psíquicos adultos).

La obra de Melanie Klein es un edificio bien trabado y creo, o por lo menos el único que conozco de esta envergadura y que se cimenta sobre el Eros y el Tanatos. No se reconoció a sí misma como disidente de Freud, sino como ampliadora de sus conceptos .La verdad es que ha sido la única persona que los modificó notablemente a pesar de lo cual permaneció dentro de la sociedad psicoanalítica. 
Tuvo serias dificultades con Ana Freud en y con la sociedad psicoanalítica de Londres.

La función materna no se consideró de gran interés hasta la década del año 1920 y con este interés se comprobó también la importancia de la comunicación preverbal. Debido al planteamiento del interés por etapas tan precoces, no es de extrañar que fueran los seguidores de Melanie Klein los primeros que empezaron a considerar la necesidad, en algunos casos, de análisis hasta de 10 años de duración. A pesar de su creatividad, no fue Melanie Klein buena expositora de sus ideas.

Veamos algunos de los puntos que resultan cruciales en su labor. En primer lugar, es importante el papel tan sobresaliente que juegan las fantasías inconscientes, de las cuales ya hablaremos, pero que sin ellas no resulta posible todo el edificio conceptual elaborado por M. K. y su escuela. Aunque han sido múltiples las críticas dirigidas hacia estos aspectos, basadas fundamentalmente en la dificultad para demostrar la existencia de tales fantasías, es indudable que con su presencia se resuelve un hiato presente en las teorías freudianas, como es el de contenido psíquico en los primeros meses de existencia. Precursor suyo en este campo fue C. G. Jung, quien con su descripción de los arquetipos y del inconsciente colectivo, ha sido el que ha facilitado a los psicoanalistas la tarea de trabajar bajo el presupuesto de un mundo psíquico poblado de “objetos internos”. Y ya, desde este punto de vista, tenemos que considerar que la regresión que hasta entonces era considerada como una señal de peligro, deja de serlo como tal para comprenderla como una profundización en el análisis.

También han sido los kleinianos los que han puesto de manifiesto hasta qué punto el desarrollo normal de cualquier individuo va vinculado a etapas psicóticas. Siendo estos procesos, por lo demás tan llamativos, modificaciones en la intensidad e interacción de tendencias presentes en todo desarrollo considerado como normal. Desde este punto de vista el psicótico deja de ser ininteligible, como afirmó la psiquiatría clásica, para convertirse el enfermo que ciertamente es de muy difícil comprensión, pero esto es posible.

Otro fenómeno interesante de esta escuela se encuentra en la aceptación que hace y el uso que hace de los componentes instintivos de muerte. Al aceptar la teoría de los instintos que propone Freud a partir del año 1920, basa su teoría y por consiguiente su práctica, sobre la dualidad de los instintos de vida e instintos de muerte. Ello le permitió poner de relieve en un primer plano el componente de odio y agresividad existente en el ser humano. Hasta tal punto fue así, que cuando Freud elaboró su concepto de agresión tuvo en cuenta la obra de Klein, considerando como muy aceptable la idea de que el superyo del niño puede estar muy afectado por sus propias fantasías agresivas proyectadas. En realidad la posición de Freud frente a Melanie Klein fue la misma que mantuvo ante otras desviaciónes, considerarlas “ininteligibles” y así como en otros casos se había vivido atacado personalmente, esta vez consideró que el ataque iba dirigido hacia su hija Ana. Sin embargo, debido a diversas circunstancias, fue la primera vez que el psicoanálisis fue capaz de mantener una desviación semejante dentro del movimiento.

Podemos decir que toda la teoría freudiana sufrió una intensa revulsión, y hasta tal punto es así, que cuentan algunos emigrados psicoanalistas de la Europa central que cuando se pusieron en contacto con la sociedad inglesa, no podían entender el léxico que allí se utilizaba.

M. K. Se van desarrollando ideas que requieren nuevas expresiones. Surgen nuevos conceptos, como son: la precocísima aparición del complejo de Edipo; la existencia de un yo desde los primeros momentos de la vida; el nacimiento del susperyó no como reemplazador del complejo de Edipo, sino como ya presente en los primeros fenómenos de introyección; el origen de la ansiedad como percepción del instinto de muerte, en vez de, como opinaba Freud, en el estancamiento de la libido; el importantísimo papel que juega el yo en la elaboración de los símbolos, cuando a de elaborar el duelo por el objeto perdido, etc.

También fue la que señaló la importancia que para el desarrollo de los hombres tiene la envidia hacia las mamas (envidia primaria), sin dejar por ello el miedo a la castración.

Ya en el año 1921 había publicado su primer artículo "El desarrollo del niño". Muy prontamente comprendió que el niño expresa sus fantasías, sus deseos y experiencias de un modo simbólico por medio de juguetes y juegos y que cuando juega utiliza los mismos medios de expresión, arcaicos y filogenéticos que nos es familiar a través de los sueños. Por lo que llevó a la consideración de que la técnica más adecuada para los niños es la de interpretar los juegos como si de un sueño se tratara, eliminando, al igual que con la técnica de adultos, cualquier tendencia educativa que distraiga la atención del terapeuta infantil, de su verdadera misión que es la de interpretación y sólo daba por terminado un análisis, cuando el niño, tenga la edad que tenga, haya podido utilizar dentro del análisis su más amplia capacidad de hablar.

Por lo tanto, se ha de comprender adecuadamente el simbolismo, lo cual quiere decir, que además de saber el significado de cada símbolo por separado, al mismo tiempo ha de tener muy en cuenta los mecanismos y formas de representación usados, sin perder nunca de vista la relación de cada factor con la situación total. Pues, un simple juguete puede tener diversos significados, los cuales hemos de ir comprendiendo en el transcurso del juego, como también hemos de llegar a comprender el por qué del paso de un juego a otro (ansiedad, explicación) o el abandono de determinados juegos etc.

El niño tiene más tendencia a actuar que a hablar y por dos motivos fundamentales: el hablar le produce más ansiedad, mientras que el juego se trata de una actuación más primitiva que la palabra o el pensamiento. En la actividad del juego, el niño está operando la forma de una conjunción de repetición, la descarga de fantasías de masturbación, cuyo primer plano lo ocupa la representación de la escena primaria.

Es opinión de M K. que sólo después de haber analizado la escena primaria y las tendencias genitales dentro de los primeros estadios de un análisis infantil, es cuando se puede poner al descubierto las representaciones de sus experiencias y fantasías de pregenitales. Es fácil de comprender que sólo después de haber elaborado su preocupación inmediata que se refiere a las relaciones entre sus padres y a su propia genitalidad, quede desbloqueado el camino que conduce a sus estratos más profundos.

Ya sabréis que el instrumental que utilizó M. K. fueron: muñecos y muñecas de manera, toda clase de vehículos (carros, carruajes, automóviles, trenes, etc.), Diversos animales, cubos de distintos tamaños, casas. También papel, lápices y tijeras.

Continuará…
Apuntes cedidos en su día por la Dra. Mª Luisa Herrero




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